Desarrollo Espiritual

Dejando un Legado: ¿Cómo quieres ser recordado?

Imagina que tienes un pizarrón en blanco frente a ti. ¿Qué dibujarás en el? ¿Qué historia contarías? Similarmente, la vida nos ofrece una oportunidad única para dejar un legado, para inscribir algo duradero en el corazón de aquellos que nos rodean. Pero, ¿Cómo quieres ser recordado? En la peligrosa era de las redes sociales, donde la fama efímera es la norma, la idea de un legado duradero es más relevante que nunca.

Es trascendental dejar un legado que tenga un impacto genuino y duradero. Abraham, Moisés, David y Pablo son ejemplos de personas que dejaron un legado no sólo por sus acciones, sino por su inquebrantable fe en Dios. Siguiendo a Jesús, todos podemos contribuir a un legado que trascienda nuestras vidas.

Citas para estudiar

  1. Mateo 26:5-13: Esta cita demuestra cómo la acción de la mujer al ungir a Jesús dejó un legado que sería recordado hasta nuestros días
  2. Jueces 2:10-13: Habla sobre una generación que alarmantemente no conocía a Jehová, destacando la importancia de pasar la fe a las generaciones futuras.
  3. Salmos 112: 1-10: Subraya la importancia del temor a Dios como base para un legado significativo.
  4. 3 Juan 1:4: «No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.»

Cómo Dejar un Legado Duradero

  1. Involúcrate activamente en tu iglesia local: No basta con ser un asistente pasivo; involúcrate activamente en actividades y programas de tu iglesia, como programas de ayuno y oración, grupos en casa, visitas, asistencia social, etc.
  2. Desarrolla Tu Ministerio: Con la iluminación del Espíritu Santo y la ayuda de tu pastor y/o líderes, identifica tus talentos y utilízalos para servir en distintas capacidades.
  3. Imparte Valores en tu Familia: Tu legado no es sólo lo que haces, sino lo que inculcas en los que te siguen.
  4. Contribuye en la Sociedad: A través de actos de caridad y justicia, muestra la luz de Cristo en el mundo secular, en tu escuela, trabajo y círculo íntimo.

Pensemos en Abel, quien «por la fe ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín» (Hebreos 11:4). Aunque fue asesinado por su hermano, su legado de fe perdura hoy en día.

Tu vida es como una piedra lanzada en un estanque. Cada acción, cada palabra de fe, genera ondas que se expanden. Asegúrate de que ese eco resuene con amor, fe y esperanza.

Tu Legado Empieza Hoy

Recordemos lo que dice la Biblia «lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros» (2 Tim. 2:2). Tu legado empieza hoy, en tu corazón y en tu relación con Dios. Elige marcar la diferencia, ser extraordinario y dejar un legado que glorifique a Dios.

William Velázquez Valenzuela

Amante de la escritura, la educación, la tecnología y su impacto positivo para extender el reino de Dios. Un poco de locutor y otro poco de teólogo.

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