Desarrollo Espiritual

Con Todo, Me Alegraré en Jehová

«Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.» (Habacuc 3:17-18)

Habacuc fue un profeta menor en el pre-exilio de Israel, la situación que estaba atravesando la nación en su tiempo era caótica, tanto moralmente, política y socialmente, él recriminaba al Señor sobre como era posible que la gente impía fuera más prospera que uno que al menos trata de comportarse como alguien decente. Cómo podría alguien malo tener más cosas que alguien noble.

Dios habla directamente con el profeta y le hace entender que en su debido tiempo esos impíos recibirían su castigo, que llegaría un tiempo en que todo se acomodaría, Habacuc entonces entiende que el gozo del Señor en su corazón no debía ser una opción, aunque la situación actual era devastadora, aún con todo eso, el gozo sobrenatural de Dios llenaría todo su ser, ayudándolo a tener esperanza a que, sin importar el panorama actual, vendría una gran bendición a futuro para el pueblo del Señor. En lugar de rendirse al desánimo, tomó una decisión especial: «Con todo, yo me alegraré en Jehová.»

El gozo es más que un sentimiento humano, como la alegría, pues esta es temporal y se adecúa conforme a las circunstancias que estemos atravesando en nuestra vida. Si las cosas van bien en todo, muy seguramente estaremos alegres, pero si las cosas se complican en todas nuestras áreas, en nuestro entorno, ahí la alegría no hay modo que venga a nosotros. pero tenemos algo especial, el gozo del Señor y bíblicamente el gozo proviene de la salvación, el salmista David decía vuélveme el gozo de tu salvación (coloca aquí la cita)
el gozo también es un fruto del Espíritu Santo (cita bíblica) Dios mismo coloca, mediante su Santo Espíritu un gozo especial en el corazón del creyente, un gozo que el mundo no conoce y que no comprende.

la gente que no ha tenido la experiencia de la salvación vive su vida conforme a su criterio, a sus fuerzas, cuando tienen problemas pueden sentirse que se ahogan en un vaso de agua, pero los que ya hemos venido a la luz del evangelio, los que hemos pasado de muerte a vida, tenemos el gozo que encontramos en la presencia de Dios ( coloca la sita de: en su presencia hay plenitud de gozo).

Ese gozo no proviene de la tierra, ni de si tengo o no tengo dinero, ni de si tengo o no tengo logros materiales, proviene de que nuestro nombre fue escrito en el libro de la vida.

La alegría del mundo es pasajera y superficial, pero el gozo que viene de Dios es profundo, real y eterno. Habacuc declara que su alegría está en «el Dios de su salvación.» Este gozo no depende de lo que tenemos, sino de quién es Dios en nuestras vidas. (Salmos 16:11)

Habacuc compara la fortaleza que recibe de Dios con la agilidad de los pies de las ciervas que caminan en terrenos escarpados: «Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar.» El gozo del Señor no solo nos sostiene en las pruebas, sino que también nos eleva por encima de ellas. (Nehemías 8:10)

 

El gozo no es automático; debemos cultivarlo a través de nuestra relación con Dios. Aquí hay algunas maneras prácticas de hacerlo:

  1. Recuerda que Él está en control, incluso en las situaciones más caóticas de nuestro día a día.
    • «El justo por su fe vivirá.» (Habacuc 2:4)
  2. Tenemos que buscar primero su Reino.
    • «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.» (Mateo 6:33)
  3. Agradece en Todo.
    • «Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.» (1 Tesalonicenses 5:18)

Aunque todo a nuestro alrededor parezca derrumbarse, podemos elegir regocijarnos en Dios. Su gozo es nuestra fuerza, y su presencia es nuestra fuente de paz y alegría.

William Velázquez Valenzuela

Amante de la escritura, la educación, la tecnología y su impacto positivo para extender el reino de Dios. Un poco de locutor y otro poco de teólogo.

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