Desarrollo Espiritual

Dejando un legado perdurable

Escucha el episodio completo de nuestro podcast:

«Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.» – 2 Timoteo 2:2

¿Herencia o legado?

Muchas personas se esfuerzan por dejar una herencia para sus hijos o seres queridos: bienes, propiedades, dinero. Y aunque esto no es malo, hay algo mucho más valioso que podemos dejar a las personas que nos rodean: un legado.

Te voy a explicar la diferencia: una herencia es lo que dejas A las personas; un legado es lo que dejas EN las personas. La herencia puede acabarse o perderse o hasta malgastarse, pero el legado trasciende generaciones y generaciones, dejando una huella imborrable en quienes vienen después de nosotros.

La Biblia nos muestra lo peligroso que es no dejar un legado de fe. En Jueces 2:10, se nos dice que después de la muerte de Josué y su generación, surgió un pueblo que no conocía a Dios ni Sus obras. En lo personal, ¡hasta me da miedo solo de imaginar eso! Toda una generación que no conoció al Señor porque alguien no transmitió el temor a Dios a la siguiente generación. ¿Podría estar ocurriendo lo mismo en nuestra sociedad cristiana hoy?

Cuando no nos preocupamos por sembrar en otros, corremos el riesgo de que las futuras generaciones vivan sin Dios en su corazón. Estamos en tiempos donde la fe parece desvanecerse en muchos hogares porque no hay quien la enseñe con el ejemplo vivo. Si no dejamos un legado espiritual, nuestros hijos y los que vienen después podrían perderse en el mundo sin dirección ni propósito, en unos años más nuestras iglesias podrían estar vacías, sino preparamos a esta generación que nos va a suceder.

Pablo entendía esto cuando escribió a Timoteo: «Encarga a hombres fieles lo que has aprendido, para que ellos también enseñen a otros.» (2 Tim. 2:2). La fe no es algo que debe quedarse con nosotros, sino que debe multiplicarse en otras personas, no podemos pasar años y años en la iglesia sin dar un fruto, sin dejar algo con lo cual las personas puedan acercarse a Dios.

Ejemplos de grandes legados en la escritura

Dios nos dejó en Su Palabra la historia de hombres y mujeres que construyeron legados poderosos de los cuales se habla hasta hoy:

Abraham – Su fe y obediencia hicieron de él el padre de una nación (Génesis 12).
Moisés – No solo liberó a Israel, sino que les enseñó a muchas generaciones a depender de Dios (Éxodo).
Pablo – Invirtió su vida en discipular a otros, asegurando que el evangelio siguiera extendiéndose por todo el planeta (2 Timoteo 4:7).
La mujer que ungió a Jesús – Su acto de amor fue reconocido por Jesús como un ejemplo que sería recordado por generaciones (Mateo 26:6-13) y del cuál se sigue hablando hasta nuestros días.

Estos personajes no fueron perfectos, se desanimaban, tenían errores, pero entendieron que su vida no se trataba solo de ellos, sino de lo que Dios quería hacer a través de ellos.

Si tú quieres dejar un legado que impacte a tus generaciones, aquí hay cuatro pasos prácticos que me gustaría compartir contigo:

1️⃣ Haz de Dios tu prioridad – No puedes dar lo que no tienes. Si tu vida está alineada con Dios, pues obviamente influenciarás a otros para bien, de lo contrario lo que hagas y digas no tendrá mucho peso. (Proverbios 3:6).
2️⃣ Invierte en personas – Enséñales con tu ejemplo. La gente aprende más por lo que ve en ti que por lo que dices (3 Juan 1:4). como alguien dijo una vez, las palabras convencen pero el ejemplo arrastra.
3️⃣ Usa tus talentos para el Reino – Sirve a Dios con lo que te ha dado, ya sea en la iglesia, tu trabajo o en tu colonia, no es necesario que tengas un lugar prominente para poder construir un legado. (Mateo 5:16).
4️⃣ Persevera hasta el final – No importa cuántos errores hayas cometido, lo que cuenta es cómo terminas la carrera de la fe (2 Timoteo 4:7). Corramos con mucha paciencia esta carrera que tenemos por delante, recuerda que no es de velocidad, sino de resistencia.

Tu vida es como una piedra lanzada en un estanque. Cada acción, cada palabra de fe, genera ondas expansivas en el agua que llegan más lejos de lo que imaginas. ¿Cómo quieres que te recuerden? Más importante aún, ¿Qué impacto quieres dejar en las generaciones que nos van a suceder? ¿Cómo te gustaría que tu familia, la gente que está a tu alrededor hablara sobre ti?

Hoy es el día de empezar a construir un legado que honre al Señor. No importa tu edad ni tu pasado; lo que importa es lo que decides hacer a partir de ahora. Honra al Señor con todo lo que tienes, no esperes a tener un cargo, un nombramiento, a que tu denominación o tu iglesia te reconozcan, quizá eso no sucederá pronto, son cosas que no puedes controlar, pero lo que si puedes hacer es trabajar con lo que tienes a la mano, explotar tus talentos para el Señor.

Dile, ahí donde estás leyendo esto: «Señor, ayúdame a vivir una vida que trascienda más allá de mis limitaciones. Que mi fe, mis acciones y mi amor por Ti puedan impactar a todos los que están cerca mí. Enséñame a dejar un legado que glorifique Tu nombre y que mi vida sea un ejemplo para los demás. Amén.»

William Velázquez Valenzuela

Amante de la escritura, la educación, la tecnología y su impacto positivo para extender el reino de Dios. Un poco de locutor y otro poco de teólogo.

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