El Proceso del Quebrantamiento
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
– Salmo 51:17
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El quebrantamiento es una de las herramientas más poderosas que Dios usa para poder prepararnos, quita muchas imperfecciones en nosotros, algunas derivadas de nuestro carácter, otras veces por consecuencias de nuestras malas decisiones. El pueblo del Señor, en ocasiones ve el quebrantamiento como un simple tiempo de dolor o prueba, pero desde la perspectiva de Dios, el quebrantamiento es nuestra plataforma de preparación para ejecutar el llamamiento que Dios nos ha hecho. El Padre nos lleva a un lugar donde no queda otra opción que depender completamente de Él.
Así como el oro tiene que ser probado por el fuego, Dios usa el quebrantamiento para moldearnos conforme a Su imagen y prepararnos para un mayor nivel de compromiso, unción, autoridad y el cumplimiento de su propósito en nosotros. Este proceso por el que pasamos, no es el fin, sino el principio de algo mucho más glorioso que seguramente vendrá para nuestra vida y ministerio.
Hay tantas cosas que tenemos que cambiar, áreas en nuestra vida que nos cuesta entregar, a veces tenemos sueños y anhelos pero con un motivo que no se sincroniza con lo que el Señor tiene para nosotros, El quiere transformar tu corazón para que esté alineado con Su voluntad. El apóstol Pablo entendió esto cuando dijo en 2 Corintios 12:9: «Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad». Cuando somos quebrantados, nuestros esfuerzos y fuerzas humanas quedan al margen, y el poder sobrenatural de Dios comienza a operar en nosotros, haciendo lo que, en nuestras fuerzas, sería simplemente imposible.
La vida del apóstol Pedro también es un ejemplo vivo de esto. Pedro, estaba lleno de orgullo y autosuficiencia, además de haber negado a Jesús tres veces. Pero después de pasar su proceso de quebrantamiento y ser restaurado, Pedro fue fuertemente empoderado por el Espíritu Santo en el día del Pentecostés y se convirtió en un líder fundamental de la iglesia primitiva. Con esto me queda más que claro que nuestra mayor debilidad, cuando es entregada a Dios en medio del proceso de quebrantamiento, se puede llegar a convertir en la mayor plataforma para manifestar la gloria de nuestro Dios.
Dios permite el que quebrantamiento nos toque porque está trabajando en nuestro carácter, purificando nuestra vida, y removiendo todo lo que impide que Su gloria se manifieste plenamente. ¡Hay un propósito detrás de cada golpe que la vida nos presenta!
Tan solo observemos a Moisés que tuvo que ser quebrantado en el desierto durante 40 años antes de ser usado por Dios para liberar al pueblo de Israel del yugo Egipcio. Durante ese tortuoso tiempo de quebrantamiento, Dios estaba formándolo para cumplir Su propósito. Estuvo sin duda alguna, en su mejor temporada pero también en la más difícil. Recuerda esto: Sin quebrantamiento, no hay transformación. Y sin transformación, no hay manifestación del poder de Dios en nuestros ministerios.
Nuestro Señor no va a permitir que el quebrantamiento termine en derrota. Después del quebrantamiento, siempre viene la restauración. Pero no una restauración como la que el mundo ofrece, sino una restauración sobrenatural. Dios no te restaura al mismo lugar de antes; no te deja en la misma situación, no, jamás!, puedes estar seguro de que te llevará a un nivel mayor de gloria y propósito.
José el soñador, es la imagen de cómo Dios utiliza el quebrantamiento para llevarnos a nuevas alturas también. Él fue vendido por sus hermanos, injustamente encarcelado, pero todo esto fue parte del proceso de Dios para llevarlo a ser el gobernador de Egipto. El quebrantamiento que pasó José lo preparó para recibir la ¡¡mayor bendición de su vida!!. Hoy yo creo fielmente, porque lo he sentido en mi propio ministerio, lo que el enemigo intentó usar para destruirte, Dios lo va usar para promoverte a otros niveles, puertas que ya creías que nunca se iban a abrir, el reabre esas oportunidad y aun más, abre nuevas puertas.
Nuestro Dios se especializa en usar lo débil y lo quebrantado para manifestar Su gloria. Cuando Dios te ha quebrantado, es porque quiere mostrar Su poder a través de ti. En tu debilidad, Él es fuerte. En tu quebranto, Su poder es más evidente que nunca. El quebrantamiento te va llevar a un lugar donde tu vida se convierte en un testimonio vivo del poder restaurador y sobrenatural de Dios, Aleluya!
En el Salmo 34:18, leemos que «Jehová está cerca de los quebrantados de corazón». ¿Por qué? Porque cuando estás quebrantado, es cuando el poder de Dios está más cerca, listo para manifestarse en todo lo que esté cerca de ti. Estoy sumamente seguro que Dios usará tu quebrantamiento para destruir las barreras que estaban impidiendo que Su gloria fluya libremente en tu vida. Lo que viene después del quebrantamiento es una mayor unción, mayor autoridad y mayor poder para cumplir el propósito que Dios tiene para ti.
Amado lector, si hoy te sientes quebrantado, no lo veas como un final, sino como el comienzo de algo más grande para tu vida y ministerio. Tu proceso solo es la antesala de la manifestación gloriosa del Reino de Dios en tu ministerio.