Los Atributos de Dios
En esta vida, nunca podremos conocer a Dios en su plenitud, no con esta naturaleza, sin embargo, por su gracia, nos deja ver ciertos aspectos de su carácter, para poder conocer parte de su esencia y cómo puede y quiere obrar en nuestra vida, hay muchos atributos que pueden servirnos para conceptualizar algunos aspectos de nuestro Dios, vamos a tocar algunos pocos de ellos, los más conocidos.
Dios es Santo
La Santidad de Dios es uno de sus atributos más fundamentales. En Isaías 6:3, leemos: «¡Santo, santo, santo, es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria!» La santidad de Dios nos recuerda que Él es puro y perfecto, apartado de todo pecado. Esto significa que podemos confiar en que sus caminos son siempre justos y buenos.
En tiempos de angustia y de prueba, recordar la santidad de Dios nos ayuda a tener paz en medio de la tormenta. Aunque no comprendamos completamente nuestras circunstancias, sabemos que Dios, en su pureza, tiene un plan perfecto para nosotros. Además, su santidad nos invita a acercarnos a Él en busca de perdón y restauración, asegurándonos que su misericordia está disponible para todos nosotros (1 Juan 1:9).
Dios es Eterno
La Eternidad de Dios nos habla de su existencia infinita. Salmos 90:2 dice: «Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.» Dios no está limitado por el tiempo como nosotros, con el tiempo Chronos. El tiempo de Dios, el tiempo Kairos, es diferente al nuestro. Esto nos ofrece una perspectiva eterna sobre nuestras vidas temporales y finitas.
En momentos de incertidumbre, la eternidad de Dios nos consuela, recordándonos que sus promesas son para siempre. Aunque nuestras circunstancias cambien, su amor y su presencia permanecen constantes. Podemos enfrentar cada día con la seguridad de que Dios, eterno y fiel, está con nosotros siempre (Mateo 28:20).
Dios es Omnipotente
Dios es omnipotente, lo que significa que tiene todo el poder. Jeremías 32:17 afirma: «¡Oh Señor Jehová! He aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido; ni hay nada que sea difícil para ti.» No hay nada imposible para nuestro Dios.
En nuestras dificultades y momentos de debilidad, podemos confiar en el poder ilimitado de Dios para sostenernos y transformar nuestras situaciones. Su fuerza se perfecciona en nuestra debilidad (2 Corintios 12:9), y su capacidad para obrar milagros nos llena de esperanza y valor para enfrentar cualquier desafío.
Dios es Omnisciente
La Omnisciencia de Dios significa que Él lo sabe todo. Salmos 147:5 nos dice: «Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito.» No hay nada oculto para Él, todo le es manifiesto, nuestras vidas están como un libro abierto para Él.
En momentos de confusión o cuando nos sentimos incomprendidos, la omnisciencia de Dios nos ofrece consuelo. Podemos confiar en que Dios conoce cada detalle de nuestra vida y está con nosotros en cada paso del camino (Salmos 139:1-4). Su conocimiento perfecto nos guía y nos sostiene, asegurándonos que somos comprendidos y amados completamente.
Dios es Inmutable
Dios es inmutable; Él no cambia ni con el tiempo ni con las edades. Malaquías 3:6 declara: «Porque yo, Jehová, no cambio.» En un mundo lleno de incertidumbre y cambio, esta verdad nos brinda estabilidad y seguridad.
Saber que Dios es inmutable nos da confianza en sus promesas. No importa cuántas cosas cambien a nuestro alrededor, así como la gente cambia, nuestros gustos cambian, las personas se tornan diferentes, pero podemos estar seguros de que su amor, su poder y sus promesas ¡permanecen constantes! (Hebreos 13:8). Esto nos permite vivir con esperanza y confianza, sabiendo que Dios está con nosotros en todo momento, a cada paso de nuestro caminar en esta tierra.
Dios es Omnipresente
Finalmente, la Omnipresencia de Dios nos asegura que Él está en todas partes. Jeremías 23:24 dice: «¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?» No importa dónde nos encontremos, Dios está allí con nosotros, te escondas donde te escondas, vayas donde vayas, ahí está Dios presente, viéndolo todo.
En momentos de soledad o temor, la omnipresencia de Dios nos brinda consuelo. Podemos estar seguros de que nunca estamos solos, que Dios nos guía y nos protege en cada situación (Salmos 139:7-10). Su constante compañía nos da valor para vivir cada día con la conciencia de que su presencia nos encontrará en cualquier lugar de la tierra.
Amado lector, si aún no has experimentado el amor y la presencia de Dios en tu vida, te invito a abrir tu corazón a Él hoy. Jesús dijo en Juan 3:16: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» Este amor y esta promesa están disponibles para ti hoy. Solo necesitas acercarte a Dios con un corazón sincero y aceptar su amor y su salvación.