Vida en Cristo

Jesús: El Camino, la Verdad y la Vida

Jesús es la respuesta que el mundo necesita

Puedes escuchar más de este tema en este episodio de nuestro podcast:

«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.» – Juan 14:6

Esta humanidad siempre ha buscado respuestas desde tiempos inmemoriales a las preguntas más antiguas: ¿Por qué existimos? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Existe una verdad absoluta? Es obvio que esta búsqueda no surge apenas en este siglo XXI; desde los tiempos gloriosos de los pensadores y filósofos de la antigua Grecia hasta los gurús de hoy, todas las personas hemos intentado encontrar un sentido a nuestra existencia. Los epicúreos eran un grupo de personas que buscaron la paz a través del placer moderado, por otro lado estaban los estoicos, quienes afirmaban que la hallaron en la autodisciplina y la razón, también están los platónicos con sus postulados e ideas. Sin embargo, aunque estas filosofías y escuelas de pensamiento aportaron conocimientos valiosos hasta hoy, nunca pudieron responder de forma integral a la necesidad de un propósito eterno y de una relación viva con el Dios vivo.

Y es precisamente en medio de esta confusión que Jesús hace una declaración sumamente atrevida para su tiempo, una afirmación que cambiaría absolutamente la historia en dos, antes y después de Cristo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida.” Él no ofrece una filosofía más, ni un conjunto de enseñanzas más; Jesús se presenta a sí mismo como la respuesta definitiva para la raza humana. Hoy, el maestro nos invita a conocerlo como la respuesta que tanto buscábamos, la verdad que da sentido y el camino que nos ha de llevar a tener vida plena, abundante y eterna.

Hoy en pleno 2024, en un mundo con tantas tentaciones, tantas verdades a medias, Jesús no se presenta como una ruta o camino entre muchos del montón; Jesús es el único camino que nos lleva al Padre. No es una guía para alcanzar un nivel moral elevado o iluminación filosófica superior; Él es la entrada a una relación viva y personal con el Dios todo poderoso. Este es el mensaje radical del Evangelio de Cristo: no tenemos que salvarnos a nosotros mismos, ni buscar el favor de Dios a través de ritos o sacrificios. Jesús ya hizo todo eso por nosotros en la Cruz del Calvario.

En Hebreos 10:19-20, leemos: «Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió…» Él es el camino que nos conecta directamente con el corazón de nuestro Dios, porque fue Jesús quien rompió la barrera del pecado con su obra perfecta en esa cruz. Entonces, cuando tomamos la decisión personal de seguir a Cristo, dejamos de caminar perdidos en círculos y emprendemos un camino de fe, con la mejor decisión que hayamos podido tomar en esta vida.

Hoy vemos en esta época moderna, que la verdad parece relativa, luce como cambiante, todo mundo puede tener su «propia verdad» lamentablemente es el tiempo donde muchas voces se meten a nuestra cabeza, en los medios de comunicación. Sin embargo, Cristo el Señor afirma ser la Verdad, una verdad absoluta que no depende de opiniones, no tiene que ver con las modas. Él nunca pasa de moda, el siempre ha sido Rey de reyes, en su persona, vemos la revelación completa del padre.

En Juan 1:14 La Biblia dice que Jesús es “lleno de gracia y de verdad.” Esto quiere decir que su verdad no es relativa, no es falible, ni fría ni distante; es una GRAN verdad llena de amor que nos revela el carácter de Dios que también es nuestra padre. Jesús no solo enseñó acerca de la verdad, sino que mostró cómo vivirla. Su vida fue una manifestación de la verdad de Dios en acción: Él ayudó al necesitado, Él amó a todo aquel que era rechazado por la sociedad y confrontó todo acto de injusticia que veía que los religiosos hacían. Y con su muerte y su resurrección, mostró que tiene toda potestad en el cielo como en la tierra, que todo aquel cuya fe descanse en la vida de Cristo, tiene la oportunidad de poseer vida eterna con Él.

Finalmente, Jesús afirma en San Juan 14:6  «Yo soy la vida.» Esta declaración va más allá de la existencia temporal como la que el ser humano tiene; Jesús no se refiere a una vida limitada por el tiempo, el espacio y la muerte, se refiere a una vida abundante y eterna. En Juan 10:10, Él dice: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

La vida que Él ofrece no se basa en placeres temporales, en logros materiales ni en méritos personales. Al recibirlo en nuestro corazón como nuestro Señor y Salvador, experimentamos una vida plena que satisface nuestra alma y nos da un propósito en esta tierra y un propósito eterno. Su poder nos libera del temor a la muerte y de la insatisfacción que viene con los vacíos, luchas y tristezas de esta corta vida. Lo que Él nos ofrece va más allá de este efímero mundo, tiene un peso tremendo en la eternidad.

Hemos hablado muchas veces en nuestros devocionales y sobre todo en nuestros podcast, que Jesús no es solo una idea, un concepto, leyenda, mito o una simple figura histórica; es una persona real, más real que tu y que yo, que te invita a conocerlo en una relación gloriosa. 2000 años después, Él sigue siendo el camino hacia el Padre, la verdad que nos libera y la vida que llena cada rincón de nuestra existencia.

Amado lector, si aún no has dado este paso, quiero invitarte a abrirle tu corazón al Rey. No necesitas tener en este momento todas las respuestas a tus interrogantes ni ser «perfecto» para aceptar a Cristo en tu vida. Él te llama tal como eres, con todas tus preguntas, dudas y anhelos, virtudes y hasta tus defectos. Jesús no es una respuesta meramente temporal; Jesús es la solución eterna a todos los problemas de esta humanidad. Al recibirlo, encuentras una paz y un propósito que ninguna ideología, logro o placer temporal te pueda ofrecer.

Mi anhelo siempre ha sido dejar un legado para esta generación, que todo lo poco o mucho que yo haga en esta vida, pueda ser un impacto para todos aquellos que lean estos devocionales, estudios, bosquejos y también quienes nos escuchen en nuestro podcast. Que el Señor nos ayude a seguir siempre en sus Santos caminos y a ser de bendición para todos los demás que han de creer en Él.

William Velázquez Valenzuela

Amante de la escritura, la educación, la tecnología y su impacto positivo para extender el reino de Dios. Un poco de locutor y otro poco de teólogo.

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