Desarrollo Espiritual

Venciendo la Ansiedad con Fe

Amados lectores, gracias por darnos la oportunidad de llegar hasta ustedes con nuestros devocionales, es una bendición, el tema que hoy abordaremos será el de la ansiedad, conforme pasan los años esta condición ha tomado mucha fuerza ya no solo en la edad adulta, ahora desde la adolescencia se presentan estos cuadros. ¿Cómo podemos definirla? Es como esa sensación de preocupación o miedo que todos hemos sentido en algún momento. Es cuando tu corazón late rápido y tu mente no puede dejar de pensar en los problemas que aun ni siquiera llegan, es esa sensación se zozobra que desgasta el alma de quien la padece. La Biblia también habla de estos sentimientos y padecimientos. En Filipenses 4:6-7, Pablo nos dice: «No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús».

La ansiedad se puede ver en diferentes formas: ya bien sea física, como palpitaciones y sudoración; emocional, como un miedo constante y casi permanente; y mental, como pensamientos negativos que no se van, simplemente hagas lo que hagas no desaparecen. Pero la Biblia nos asegura que podemos encontrar consuelo en Dios. Salmo 55:22 dice: «Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo». Esto significa que no estamos solos en nuestras luchas contra la ansiedad.

¿Cómo sabes si estás lidiando con ansiedad? Bueno, puede ser cuando te sientes constantemente preocupado o con miedo por cualquier cosa, por todo y por nada. Tal vez sientas que tu corazón late muy rápido, sudas más de lo normal, o tienes problemas para concentrarte en las cosas más básicas. Puede que evites ciertas situaciones porque te sientes demasiado nervioso, como el exponerte delante de muchas personas.

La palabra de Dios reconoce estos padecimientos. En Mateo 6:34, Jesús dice: «Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas». El maestro nos enseña a vivir un día a la vez y a confiar en que Dios cuida de nosotros, encima de cualquier preocupación.

Un recurso poderoso con el que contamos, es sin duda la oración. 1 Pedro 5:7 nos recuerda: «Depositen en Él toda ansiedad, porque Él cuida de ustedes». El solo hecho de hablar con Dios y contarle nuestras preocupaciones nos ayuda a sentir Su paz inmensa en nuestra alma. También, confiar en Dios es un punto clave para poder vencer la angustia. Proverbios 3:5-6 nos dice: «Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo en todos tus caminos y Él allanará tus sendas».

Cultivar el buen hábito de leer y meditar en las escrituras también es muy importante en nuestro día a día. El Salmo 119:165 dice: «Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los hace tropezar». Pasar tiempo con la Palabra de Dios fortalece nuestra fe y nos da el consuelo que pareciera no llegar en tiempos de ansiedad. Proponte la idea y el propósito de memoriza versículos que te hablen de la paz de Dios y recuérdalos cuando sientas ansiedad, aquí te doy algunos, tan solo haz click en cada uno de ellos para leerlos:

  • Salmos 34:4
  • Salmos 94:19
  • Filipenses 4:6-7
  • 1 Pedro 5:7
  • Isaías 41:10
  • Juan 14:27
  • Mateo 11:28-30
  • Salmos 55:22
  • 2 Corintios 1:3-4
  • Romanos 8:38-39
  • Salmos 23:4
  • Isaías 26:3
  • Salmos 46:1
  • Josué 1:9
  • Salmos 9:9-10

Puedes cultivar el lindo hábito también de llevar un diario de gratitud, esto puede cambiar tu perspectiva de cómo Dios está obrando todos los días en tu vida, aunque no te des cuenta. Cada noche, antes de acostarte, escribe tres cosas por las que estás agradecido con el Señor, analiza todo tu día, toda tu vida.. Reflexiona sobre ellas y dale gracias al Señor por sus ricas bendiciones en todas las áreas de tu vida. 1 Tesalonicenses 5:18 nos dice: «Den gracias en toda situación, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús». La gratitud al Señor nos ayuda a ver las bendiciones en medio de las dificultades, te darás cuenta como el darle las gracias a Papá consolará tu corazón.

También la alabanza y adoración son poderosas para esta situación (y todas las situaciones). Cantar himnos y cánticos espirituales van a elevar nuestro espíritu y acercarnos al Señor, recuerda que a la atmosfera que tú te expongas es lo que te va a estar ministrando. Salmo 100:2 dice: «Adoren al Señor con alegría; vengan ante él con cánticos de júbilo». La música puede traer paz a nuestra alma y recordarnos la bueno que Dios ha sido todo este tiempo en nuestra vida.

También hay que destacar la importancia de perseverar en nuestra comunidad cristiana, es decir nuestra congregación. Participar activamente en los cultos, grupos de estudio bíblico e involucrarnos en los programas de ayuno y oración será una gran fuente de fortaleza. Hebreos 10:24-25 nos dice: «Y consideremos cómo podemos estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros».

Amados lectores, la ansiedad puede ser un desafío grande para la vida de cualquier personas, sin importar edad, pero no estamos solos, El padre Amoroso está con nosotros y nos ha dado herramientas para enfrentar toda situación de angustia y zozobra. Recuerda que puedes llevar todas tus preocupaciones a Dios en oración y encontrar paz en Su exquisita presencia. En Isaías 26:3 leemos: «Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado». Confía en el Dios que tú sirves, busca su paz, y Él te abrazará como un padre protege de su pequeño.

Repite nuestra oración: «Amado Padre Celestial, te damos gracias por tu amor y tu cuidado constante en nuestra vida. Sabemos muy bien que tú estás con nosotros en cada momento, especialmente en aquellos tiempos de ansiedad, angustia y preocupación. Te pedimos que nos ayudes a confiar en ti y que podamos experimentar esa paz que sobre pasa todo entendimiento, ayúdanos a buscar tu presencia a través de la comunión con tu Espíritu Santo. Danos la fuerza para enfrentar nuestros más grandes temores y la sabiduría para apoyar a quienes nos rodean y que están atravesando cualquier angustia. Permítenos ser esos amantes de tu presencia, que estemos tan llenos de ti, que no exista ni un solo vacío en nuestro corazón, porque tú lo llenas todo. Todo esto te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.»

Puedes escuchar este devocional en este episodio de nuestro podcast:

William Velázquez Valenzuela

Amante de la escritura, la educación, la tecnología y su impacto positivo para extender el reino de Dios. Un poco de locutor y otro poco de teólogo.

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